El libro

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Pequeños lectores:
Papá, mamá, abuelito o abuelita leerán los cuentos que más te gusten para que duermas y sueñes con las hadas, el perrito Tato o el caballito y los animales del bosque. Con ellos y muchos otros personajes aprenderás la importancia de tener un amigo, preguntarás acerca del respeto a tu nombre, a tu nacionalidad, conocerás el valor de los sentimientos.
Querrás esforzarte para ver si tu deseo se cumple o tu sueño se hace realidad y descubrirás que los niños por ley, están protegidos.
Podrás dibujar sobre los cuentos o los sueños que generen. ¿Imaginas lo que sentirás cuando compartas este espacio con otros amiguitos? ¿Imaginas el momento en que se disfrute el dibujo junto a papa' y mama' , abuelito o esa persona que te cuida, que está a tu lado, te protege y tanto te quiere?
La hora del cuento siempre será la que decidan tu y tus papás, abuelito, un familiar o simplemente con tus amiguitos. Puedes estar seguro de que los mayores regresaran con una sonrisa y al hacer realidad vuestro deseo, demostraran una vez más que para las familias, los niños son… su tesoro más hermoso. De eso, no te puede quedar la más pequeñita duda. Si no , visita al osito Polote y comparte con él , su historia...

                                             

El Diario Magico color Azul cielo con nubes Blancas

Lo que escribió la abuelita Eufracia en su  Diario Mágico:


Ranu’ y el Chuchu – cha


¡Uy! Que no se diga Eufracia, porque he de serles sincera ¡y que conste ¡ No me estoy quejando, pero debo admitir que la jornada  primera fue todo un reto ¡Caracoles!
¡Que energía tienen los chiquitines!
 Miro’ por la puerta abierta de su recamara  hacia el comedor, buscando el reloj de madera colocado justo,  en la pared del frente.
_ Cinco  minutos para las doce. “Uhmm... con razón me estoy muriendo de sueño”-pensó - Bueno, falta bien poco para que mi queridísimo Tocororo cante  el turno de la hora cero.
Se dijo y  dejando la pluma  a un lado, cerro’ el  diario  color azul cielo con nubes blancas. Abrió la pequeña gaveta de la mesita de noche para guardarlo en su  interior. Luego se puso de pie, juntó la puerta con misterio y cierta precaución asegurándose, que no quedara totalmente cerrada.
Dándose la vuelta, volvió a la cama.
¡Clic!
Apago’ su  lámpara metiéndose de un tirón entre las sabanas:
 _¡ Ahh...!
 Bostezo’ la abuelita acomodándose plácidamente debajo de la colcha, mientras esperaba escuchar de un momento a otro el correr de las doce
campanadas.
_ Una... dos...  tres, - contaba muy tenue - ¡Ahhh...!  ... cuatro... cinco…
Para las campanadas  seis, siete, ocho y nueve ya dormía profundamente.
_Schhhh....agrafff...Schhhh... Agrafff...
“Cucú”...  “Cucú”... “Cucú”.
Canto’ el pájaro su vez  diez, once y doce desde el balcón.
Entonces el  hermoso Tocororo tricolor de madera entró a su acogedora casita, también de madera.
_ Cric- Cric, usted que’ cree comadrita rana.
_ Pues... si terminaste de tocar, lo mejor es que me deje bajar.
_ Muy bien  - extendió su patita  escalonada y se inclino’ un tanto para que la ranita saltara.
Había atravesado  “El Túnel de las Idas y Venidas”, una vez más.
Y aunque  Don grillo ya estaba acostumbrado en su papel de guardián-mensajero y transportista, para Ranu era algo impresionante en su primera vez.
_ Ahora ¿Qué hacemos?- pregunto’ Ranu’ desde la pista de aterrizaje – No puedo ver absolutamente nada, excepto...  – y  miraba, miraba – ese pájaro de madera que no para de moverse en la cabina de paso.
_ Es Tocororo  practicando para su próxima presentación – dijo Don grillo guardando en su  estuche el  pequeño violín mágico- Y no es una cabina de paso, estamos en  su casa por la parte de atrás.
_  ¡Ups!  ... ¿No se supone que debe descansar?   Acaba  de tener un concierto  largo.
_ Tocororo se toma muy en serio su trabajo - le indico que pasara al frente - Vamos Ranu’, ya  nos debe de estar esperando.
_  Cierto Chuchu-cha.
Don grillo y Señora rana cruzaron el puente que los adentraba en  el interior de la pared y antes de que acabara  la hora cero  se acercaron rápidamente al punto, donde coincidía el tiempo real con el tiempo fantástico; exactamente en  la puerta de traspatio del viejo reloj de madera que Tocororo tenía por casa, desde que lo fabricaron hacia mucho, pero muchos años cuando Don Herminio lo compro’ al mejor carpintero del pueblo para regalárselo a  Eufracia el día que se casaron.
“Toc- Toc”.
La puerta se abrió, dejando ver un reluciente pico dorado que se movía  requete muy rápido mientras hablaba casi como robot.
Tocororo practicaba a toda hora su canto, por eso apenas le quedaba tiempo para  el ejercicio de la conversación.
_ Ho-la Chuchu-cha y compa-nía. Ya las mane-cillas se han movido una centésima de se-gundos. Ja’, ti-empo perdido se-ñor.
_ Tiene razón, amigo.
_ Pues ade-lante. Tengo que ensa-yar. Usted, ya cono-ce el camino.
_ Gracias Tocororo.
_  De nada .Gusto en salu-darle ¿Ranu’? - decía mientras cerraba la puerta
_  Así me llamo señor. Verdaderamente el placer es... “mío”-se dijo.
Le tomaba tres segundos  concluir la frase y para ese entonces, Tocororo ya  estaba subido en la plataforma practicando nuevamente.
Se encogió de hombros y avanzando con rápidos saltitos  alcanzó a don Grillo.
Dos cabezas asomaban por el círculo abierto en la base del “Cucú”, que dejaban libres  las cuerdas del reloj.
Don grillo tomo’ impulso y de un salto se agarró a una de ellas deslizándose hasta el suelo.
 Miró alrededor, luego se volvió hacia arriba buscando a su compañera.
_ Camino despejado, puedes bajar.
_ Ya lo sé - contesto’ una voz a su lado - ¡ Croac !
_  ¡ CRIcccs ... ! – exclamo el grillo con un salto.
_   Ji ,ji ,ji . Perdón , no fue mi intención asustarle.
Don grillo le miro’ algo altanero, luego saco del bolsillo su reloj de pulsera para consultar la hora. La ranita le veía hacer.
_ ¿Cuándo vas  a ponerle una pulsera Chuchu-cha? ¿No ves que se te puede perder? Si eso pasa yo no quiero imaginar a  tu papa’...
Caminaban cada quien a su paso, hasta la recamara donde dormía la abuelita.
_Hey , hey .... – le interrumpe –Casi me mareo con tanto habla quete  habla  .
_ ¿ Ah sí ? ¿No me digas?
Casi habían llegado. Desde la puerta de entrada a la habitación ven a Eufracia que se mueve, volteándose hacia el otro lado.
_ Schhh... – se dicen uno al otro sin atreverse a dar otro paso.
Convencidos de que la abuelita no se había despertado, corrieron donde ella. Entonces Ranu’ de un salto sube a la cama seguida de Don grillo.
_ ¿ Por cuánto  es la melodía ?.
_   Hasta el próximo canto de Tocororo.
_ ¡Uyuyuy, uyuyuy...!
_ ¡ Ranu’! ¡Es lo que dijeron  las hadas!
_  Pues sí, nada más estoy pensando en código tiempo, Chuchu-cha
 ¡T –i-e-m-p-o!
Y sin dar  ¡T-i-e-m-p-o ! a que Chuchu-cha replicara , Ranu’ se acerco’ al rostro de Eufracia y comenzó’ a soplar y a soplar.
Y mientras más soplaba, mas lejos llegaba el polvo mágico que salía de su boca, de modo que en la habitación todo comenzó a dar vueltas y más vueltas y ¡Plum!...
 Como remolino de viento Eufracia con  sabanas, colchas y todo salió por la ventana descendiendo blandamente hasta tocar la tierra del jardín.
Cuando el remolino dejo’ de ser un remolino, descubrió una bonita casa de campaña  de camuflaje con  una puerta  verde y dos ventanas.
Una abeja revolotea con prisa de  flor en flor mientras el sinsonte la observa desde una rama.
_ Buenos días señora abeja. ¿Por qué tan de prisa?
La abeja apenas sin prestar atención  le contesto’:
_ El tiempo apremia y tengo que libar. Llegar lozana y fresca a un sitio peculiar donde la alegría se vuelve sonrisa... y los sueños se hacen realidad.
_  Pues, deje su prisa porque usted... - el sinsonte en un elegante vuelo baja de la rama  y  se  coloca   frente a la abeja - acaba de llegar.
 _ ¿Cómo? -se detiene al instante la abeja- ¿Así de rápido y  sencillo?
_  Bueno, - se extraña el sinsonte- depende de cómo lo mire.
_ Es que yo vengo de un jardín similar.
_ ¡Ahhh... pues... no creo…!
_ ¿No cree? Mire, - señala la colmena varada entre las ramas del árbol vecino- ¿Ve? Aquel es mi hogar.
_ Lo he observado. Muy linda su casa.
_! Pero no hay diversión! Mi espíritu aventurero necesita  acción.
_Le aseguro que de sorpresas, este jardín llena una cesta.
_Más o menos… para que’ fecha.
_La ocasión señora abeja, es precisa. ¡Nosotros tenemos visita!
_Ya sé, señor sinsonte. Pero mire usted, para mí o sea; yo misma. No me puedo considerar, visita.
_Sin embargo, he pensado en darles una sorpresa a los niños el último día de la semana y para esto, necesito la ayuda de mi vecino que es músico y escribe canciones preciosas…
Se sienta desconsolada.
_Pero él... casi, casi ¡se ha negado! 
_ ¿Cómo es posible?- dijo el sinsonte enojado
_ ¡No lo puedo creer! - se cruzo’ de patitas la abeja.
_ Esperen... – dijo Chuchu-cha para calmar los ánimos - Dejen que termine  .Yo  tengo alma de músico,  quizás pueda desentrañar el misterio.
_  Le agradezco Chuchu-cha’ sus buenas intenciones, pero aquí no hay tal misterio.
_ ¡Ah no?!  ¡Croac! Ahora sí que no entendemos.
_ Verán. Lo que sucede, es que Dorildo se ha enojado con su musa de la inspiración.
_ La verdad es que yo no he escuchado  ¡nada!  acerca de ese bicho – dijo la abeja
_  Es... asiiiii  de pequeñito... ¡Uhmm, son muy apetitosos!-se saboreo’ el sinsonte.
_ ¡Ni lo uno ni lo otro! Cric- Cric. Que las musas son parientes de las hadas.
_  ¡Croac!¿Es así señora  Eufracia?
_ Pues... más o menos - sonríe - A las musas se les considera  diosas secundarias.   Aparecen casi siempre en un coro y son responsables de una actividad artística o científica .Son nueve y se dice que  el estar inspirado para crear o componer, es como tener la afluencia de una musa.
_ ¡Lo mismo que yo pensaba!- dijo el sinsonte
La abeja le miro’, pero como lo vio tan apenado y rojo como un tomate, prefirió quedarse callada sin hacer otro comentario. A fin de cuentas, tampoco ella sabía.
_  Ahhh...me estoy haciendo una idea del motivo por el que Wally  le envía ese trozo de madera.
_  Es lo que  imaginas Chuchu-cha.
_ No solo eso ¡Croac! Wally me encargo’ que le entregara  este pergamino. Me dijo: “Se, lo que ella va a hacer  al respecto”.
Eufracia tomo’ ambas cosas  echándole un vistazo.
_ ¡Caracoles! –movió alegre la cabeza -   Que Wally ordeno’  muy bien los elementos.
Entonces abrió el pergamino y comenzó a leer en voz alta.
Nadie esperaba que el reloj de Chuchu-cha’ sonara tan rápido y con  tanta fuerza. Tuvieron que taparse los oídos para no quedar sordos con el ruido.
Don grillo metió la mano en el bolsillo  y lo saco’,  estudiando la posición de las manecillas  por unos instantes.
_ Ya es hora – dijo antes de apagarle.
El remolino comenzó’ a formarse y Eufracia tuvo que correr para decir adiós y entrar a la tienda de campaña.
¡Clic!
 Se ilumino con una tenue luz la habitación de la abuelita:
“Fue un  rápido viaje... ” - pensó Eufracia sentandose en la cama  mientras palpaba con suavidad el pergamino - Pero estoy muy satisfecha.
Se  dijo, encogiéndose de hombros en un gesto, con un suspiro alegre.
 ¡Clic!


_ Es que, no solo usted ha llegado. ¡No,no,no…!
_ ¿Ah no? ¿Entonces quien?-se vuelve rápida buscando- A no ser, que además de mi… ¡Hoy sea el día de las visitas ausentes!
_  ¿ Por qué  lo dice señora abeja? 
_  ¡ ¡¡ Eufracia!! !
 Y la abejita contenta  corre  a abrazar  a  la abuelita  que vistiendo jean y una chamarra de cuero acababa de salir de la casa de campaña.
_ Me da mucho gusto volver a verle... digo, en estas nuevas condiciones.-refiere la abejita.
_ Le dije, le dije... – hablaba quedo el sinsonte
_ Tenía una idea del alcance de los poderes del hada Wally .Pero no imaginaba algo tan grande como esto.  ¡Caracoles! Si yo misma, casi ni me lo creo.
_  Para que  se logren los sueños  tienen que desearse mucho, mucho ¿verdad señora Eufracia? – pregunto’ con ojos vivaces la abejita.
_  ¿Quieres más pruebas? - y le guiño’ un ojo en complicidad con el sinsonte
_ Cric-cric.
Se escucho' a sus espaldas
_!Croac!
Eufracia se vuelve con rapidez.
_  ¡Hola!-  exclama Eufracia
Y va a saludarles, pero al ver el pedazo de madera que Chuchu-cha’ sostiene en su patita delantera - aplaude contenta dando saltitos.
_ ¡Lo sabía, lo sabia! No me podían fallar las hadas...
Decía emocionada mientras Ranu’ y Chuchu-cha se miraban sin entenderle.
_¿A qué se refiere? Digo, si no es indiscreción de mi parte- preguntó Ranu’.
_ No, no lo es...  ¡Ahora mismo voy a contarles!
Doña abeja  empino’ sus antenitas y presto’ mucha atención para no perderse un solo detalle, así como había visto por la ventana en horas de la tarde a los infantes, mientras miraba con su catalejo de largo alcance.
_ Ustedes saben que  últimamente estoy bastante ocupada...
Camino’ Eufracia  hasta unas piedras.

Lo que Wally le contaba en el pergamino a  Eufracia acerca de “Las ramitas mágicas ”
Pergamena Pictures, Images and Photos
“Hace muchos ,pero muchos años, en un país lejano nacieron dos niños el mismo día , a la misma hora, pero en lugares diferentes : uno en el castillo  hijo de rey , el otro en una cabaña que se alzaba junto a un misterioso bosque...
En la cabaña del bosque,  todavía al amanecer la señora  trataba de dormir al bebe’ que no había podido conciliar el sueño en toda la noche . Mientras,  papa’ leñador  agarraba su morral y se preparaba para salir.
_  Hoy tengo que cortar mucha madera para llevar al castillo, no voy a poder regresar hasta bien entrada la noche.
_ ¿ Cuando terminaran los festejos ? – pregunto’ su mujer.
Como el leñador trabajaba para el rey,  sabia todo lo que pasaba en el castillo.
_ El rey deseaba un heredero y lo ha logrado. Pero su alegría le hacen celebrar en demasía – se quejo’ en un susurro el leñador no fuera a ser que alguien  lo escuchara y fueran  a contarle .
 La mujer acuesta al bebe’ en la cuna un tanto adormecido . Va a la cocina  ,llena un pomo de un liquido verde pastoso ,lo cierra y se lo entrega al leñador.
_ He preparado un zumo de Espinacas. Esto te animara’, así pobras trabajar y sentir menos el cansancio.
El leñador guardo’ el zumo en la bolsa y con un beso se despidió de su mujer no sin antes encargarle que cuidara mucho del hijo recién nacido.
La espinaca crecía cerca de la cabaña y los aldeanos le atribuían poderes mágicos. Pues bien paso’ un año , y otro, y otro y otros dos. Los niños fueron creciendo  muy saludables pero ... la niñez no transcurría de igual manera para ambos.
Una tarde, en que el leñador regresaba del bosque se encontró  con un muchacho muy parecido al príncipe. Al acercarse se dio cuenta que no se había equivocado y pensó que tal vez este andaba perdido, así que decidió’ preguntarle.
_ Perdone pero,¿ qué hace su Alteza tan lejos del castillo ?
_ Me he escapado 
Dijo con tanta tristeza el príncipe que al leñador se le encogió’ el corazón.
_ Ya casi oscurece ¿ no cree que deba regresar ?  
_ No quiero – respondió con terquedad el  príncipe.
El leñador  estaba preocupado pues comenzaban a escucharse aullidos de lobos  y el bosque era muy peligroso.
_ No me considere un atrevido Majestad ... Pudiera decirme ¿por qué no quiere?
_ Porque estoy cansado – suspiro’ con mucha pena -  Ser príncipe no me hace feliz. No tengo amigos, me enseñan a ser rey y entre tantas obligaciones apenas si puedo jugar.
      El leñador comprensivo tomo’ un descanso y se sentó’ a su lado.
_ Yo  tengo un hijo de tu edad.
_   ¿De veras?
_  Si. Me ayuda mucho pero su responsabilidad es ir a la escuela y estudiar . Tiene muchos amiguitos y su mayor felicidad es correr libre por los campos.
_ ¡ Ojala’ yo pudiera hacerlo ! – exclamo’ el príncipe
_  Sabe Alteza, siempre pensé que el rey, por ser rey  lo tenía todo , pero me doy cuenta que no es así. Voy a tratar de ayudarle. Si mañana nos vemos a esta misma hora le haré’ un regalo.
_ Gracias leñador… ”
_ Si , no me mires así abejita . Estas pensando lo mismo que el príncipe . Dijo Eufracia.
_  Es que es muy difícil de adivinar lo que puede regalarle un leñador a un rey – expreso’ el sinsonte- ¡Ah ¡ Puede ser un hacha ... o algo por el estilo. Pero ...  ¿Imaginas que el rey la va usar ?
Ese mismo  pensamiento no dejaba dormir al leñador .El deseaba sinceramente contentar al pequeño príncipe ¿Cómo? La verdad es que no tenía la menor idea .
Pero... allá en el   “País de los cuentos”, dentro de una casita de caramelo situada en el manantial de los refrescos los aros de fresas que adornaban como lunares la cola  de Wally , comenzaron a encenderse y apagarse igual que luces de semáforo.
El hada  pego’ un salto al mismo tiempo que decía:
_ ¡Por las antenas de mi oruga , alguien necesita mi ayuda !
La oruguita despertó  y dejando su capullo se estiro’ y estiro’ todo lo que pudo y las antenitas buscaron y buscaron hasta quedar  muy rectas señalando hacia una dirección.  Entonces Wally volvió a decir :
_“Ojitos  mágicos que todo ven  , ¿harán lo que yo les diga?
    ¿ pueden llegar  de noche o de día  ?  
     El  hada  Wally  quiere saber ”
Los ojitos mágicos de la oruguita proyectaron las imágenes que dieron pie a las preocupaciones del leñador.
Cuando termino’ la oruga regreso’ hecha un  nudito al capullo que prendía  del cuello del hada.
Wally enterada de todo  comenzó a pensar y a pensar la mejor manera de ayudar al  leñador en sus buenas intenciones . 
De pronto en la patita superior derecha apareció centellante el brillo de los cristales de su brazalete de algas marinas.
¡Wally ya sabía lo que debía hacer!  
Así que coloco’ en su bolsa mágica  siempre adornada con flores silvestres las provisiones que necesitaba y…
 ¡ Zas a la una ! el primer salto
 ¡ Zas a las dos ! Que lo hago yo 
 ¡ Y Zas a las tres! Ya no me ves.
Efectivamente, Wally desapareció de su casa pues iba rumbo al bosque misterioso para encontrarse con el leñador.
“ Cuando todos dormían el sueño profundo de un embrujo mágico, el leñador se  levanto’ siguiendo una lucecita verde que dando saltitos , le hablaba al oído mientras lo guiaba por el bosque hasta un recóndito lugar. De ahí corto’ y corto’ sin cansarse hasta llenar un saco 

¡ Así de grande! De las mas verdes y frondosas ramas de la espinacas que crecían alrededor.
Antes de regresar a la cabaña,  escogió un pedazo de la rama mas gruesa y lo entrego’ al hada.
 El resto de la noche se la paso’ cose quetecose.
 No,  ¿cómo iba a cansarse si  Wally le estaba ayudando? Para el amanecer , el leñador no podía recordar sobre el extraño suceso acontecido en la noche. Sin embargo, el si creía en las hadas y había visto que el regalo para el príncipe ya estaba listo .
 Así que contento, luego de cumplir su jornada laboral en el castillo se encontró con  su Alteza real  a la hora acordada.
_ ¿ Vas a cumplir tu promesa leñador ? – pregunto’ el príncipe sin ocultar su impaciencia.
_ Sígueme ...  – fue la simple respuesta del leñador
Llegaron a un claro del bosque . El leñador señalo’ en el centro a un  espantapájaros que  esperaba clavado a una estaca . El príncipe lo miro’ sin comprender.
_ Mi regalo es un amigo. Alguien con quien puedas conversar para no sentirte solo.
_  Si ...pero  ...  no habla – concluyo en un susurro.
_ Depende de ti – sonrió’ el leñador – La magia solo brota del corazón .
 Y dando la vuelta se marcho’ dejando al futuro rey con su espantapájaros de espinacas.
El soberano se esforzó tanto por escucharle !que hizo realidad su sueño 
! El espantapájaros no solo le hablo’, si no que también canto’ y bailo’! 
Aunque  no podía jugar todo lo que quería y no le importaba que su amigo fuera de espinacas, ¡era su amigo!   
 Gracias al leñador que compartió e hizo propia  la tristeza del príncipe y   al poder de las ramitas mágicas , mientras se convertía en rey,  se sintió muy bien acompañado y fue feliz . 
De mayor, otras eran sus responsabilidades al frente del reino pero siempre, siempre ,siempre  contó con la fiel amistad de su espantapájaros de espinacas y nunca olvido’ la acción del leñador a quien le estuvo eternamente agradecido”.

!Aqui estamos, en el Diario Mágico de la abuelita Eufracia!
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PAGE  2 * Esto es lo que escribio' la abuelita Eufracia en su Diario Magico, en la noche del Miercoles, pero si estas haciendo el recorrido, NO piques en la PAGE 2.

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"Candy Cottage" is the result of my love of children's writing. They are stories taken from the book "The Magic Journal. Light blue with white clouds" (From my own authorship).Scripts were originally for a children's program (National channel Cubavision). Then on its own initiative to instill a love of literature, a community service. The children were read stories from the books and were asked to submit drawings which where used as the artwork for each story .Los, made by primary school students in Sao Arriba / Holguin.Cuba.

Desde hace mucho, mucho tiempo existe un lugar donde viven las hadas. A este lugar le llaman el“País de los Cuentos” y fue allí donde nací yo .

Tengo un suave pelaje del color de las naranjas, el que cubro desde los hombros con una capa de hojas verdes igual al color de mis grandes ojos en forma de avellanas. Tengo una pequeña oruguita a la que llamo : el “Ojo Mágico” ; porque lo VE TODO y que cuelga de mi cuello. Ella duerme hecha un nudito dentro de un capullo de ceda pegado a la cadena que me tejio' con gotas de rocío y expresamente para mi, el Hada de laMañana; porque yo, necesito mucho de mi oráculo: La Oruguita Mágica .

Si los aros de color fresa que adornan como lunares la punta de mi cola se encienden y apagan… yo se' que alguien, esta' en peligro. Entonces rápidamente debo auxiliarme de mi oruguita y averiguar qué esta' pasando...

Lleno de provisiones mi bolsa mágica adornada con flores silvestres y corro o salto hasta llegar al lugar donde necesitan de mi presencia. Pero si un brazalete de algas marinas y cristales verdes con destellos de brillantes resplandece en mi patita superior derecha, respiro tranquila porque todo esta en orden y puedo regresar a mi casa de Caramelo, situada en las orillas del manantial de los refrescos .

!Ah... y tengo una amiga. Es la abuelita Eufracia a la que quiero mucho.Y tu, quieres ser mi amiga o amigo? A mi me gustaria y a ti ?

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