La Reina pidió que cesaran los vítores y gritos de alegría porque el astro Sol con sus rayos de fuego anunciaba la hora en que Wally debía pasar La Prueba Suprema que la convertiría para los futuros cuentos en un hada buena o en un hada bruja.
Los presentes hicieron silencio y ellas dos solitas entraron al salón de chocolate. Se iba a averiguar los sentimientos que guardaba Wally en su pequeño corazón. Las trompetas iniciaron el toque silencio absoluto y tras unos segundos, se daba inicio a la prueba.
La Reina le mostró’ un cofrecito forrado en damasco rojo que contenía las llaves que abrían las puertas mágicas de las posibilidades.
Wally debía escoger una.
En ese punto una vez cada veinticuatro horas, en el preciso instante que coinciden ambos tiempos, aparece el “Chuchu – cha” que cruza el puente.
Cuando la reina termino sus explicaciones, el cofre abierto suspendido en el aire se deslizo’ con elegante movimiento hasta detenerse frente a la cangurita.
El hada miro’ detenidamente cada una de ellas mientras pensaba:
“Sin dudas la llave de oro tallada en diamantes es hermosa. Demuestra que el cerrajero dedico’ muchas horas en su trabajo para lograr tanta perfección”
Y quedo’ extasiada con su belleza, luego movió’ de un lado a otro la cabeza diciendo casi en un murmullo:
_ Hu, hu’…esta llave se fabrico’ solo para ser contemplada.
Por arte de magia, apenas termino’ de pronunciar la frase! Puf! La llave desapareció quedando solo las restantes dos.
“Transparente como el cristal, como ‘el delicado – pensaba – ¿Podrá abrir un candado de metal pesado?”
_ No.
Y como la primera vez, apenas termino’ de pronunciar la frase! Puf! La llave desapareció’ del cofre dejando solo una en su interior.
_ Muy bien - dijo la Reina - Se por que’ no escogiste la llave de oro y diamantes. Se por que’ dijiste “NO ” a la llave de cristal ¿Puedes decir por qué dices “ SI ” a la de hierro oxidado ? .
_ Porque no siempre lo que se ve, es lo que es. – dijo sencillamente el hada.
Inmediatamente, un estruendo se dejo’ escuchar entre las paredes del salón.
Por la amplia ventana que daba al jardín entro’ un rayo fosforescente.
En su interior, rodeadas por el gran círculo de luz y de fuego se veían dos puertas de madera cerradas entre sí por un viejo candado de hierro.
_ Me doy cuenta que tu corazón es desinteresado y le das a cada cosa su justo valor. Tu forma de actuar y de pensar ha hecho de ti un hada buena.
Y continúo hablando la Reina.
_ La llave de oro y diamantes abre las puertas del egoísmo y la ambición. En ese lugar reinan las hadas brujas…
A medida que la Reina hablaba la llave mencionada reaparecía ocupando su anterior lugar dentro del cofre aterciopelado.
_ Mientras que la llave de cristal podría haberte llevado por caminos insospechados donde abunda mucho el peligro…
Gira despacio la mano. Sus grandes poderes mágicos hacen que la llave de hierro, aquella que estaba oxidada se libere y perdiendo todo el oxido que la cubre comienza a relucir y relucir y ! brillaba tanto ! que si yo misma no lo hubiese visto, no me podria imaginar que fuera la misma ! Como se lo cuento!
Pues si, les decia...
El cofre cerrado cae blandamente sobre la mesa, la llave seleccionada por Wally, flotando en el aire se encamina hacia el candado magico que mantiene cerrada las dos puertas de madera al frente de Wally y la Reina . Se introduce en la ranura y gira.
¡Clic!
El candado magico se desprende y las puertas comienzan a abrir dejando ver la entrada al reino de las hadas y el futuro hogar donde Wally se iría a vivir por siempre.
- Mira, te presento a tu hada Madrina. -le dice la Reina - Ella será la encargada de educarte y en su momento revelarte, el secreto de “El Túnel de las Idas y Venidas”.
Wally resplandece de júbilo.
_ Cuando eso ocurra, entonces estarás lista para tus propias aventuras.
Bajo vítores de alegría, la Reina le despide y con una sonrisa majestuosa le invita a cruzar el umbral de las puertas mágicas.
... Entonces los espejos de la entrada reflejaron, la imagen del Hada Madrina, que le daba la bienvenida y le iba a enseñar a Wally los grandes poderes que había ganado ella solita, con su sabia decisión.
