En la mañana del Viernes
Miré con cierta nostalgia los dibujos de los niños ; este de Lucy acerca del sinsonte que fue admirado está muy bonito o el que pintó con la casita de caramelo donde vivía Wally... hay otro de Elianis , uno más de Yamileidi , otro de Yasmín ... ¿saben ?
Se me ocurre, al igual que en el cuento del leñador y el príncipe, yo también voy a hacerles un regalo.
Será una sorpresa y como las sorpresas no se dicen hasta el final... van a tener que esperarse un tantito.
Además, tengo algo que contarles. Pasó en la mañana y trata acerca de... ¡esperen!
Déjenme ordenar mis elementos y decirles desde el principio.
¡Eso sí! Sucedió tal y como les digo:
Aquí voy:
Camino al gimnasio (para hacer mis ejercicios matutinos) un perrito salió de “no se sabe donde” y comenzó a ladrar.
De momento no le hice caso, pues es normal que un canino te salude si le cruzas por sus narices.
La verdad es que no hubiese pasado de ahí si el galgo no hubiera decidido seguirme.
Digamos que gracias a su “insistencia “, le presté más atención.
En primer lugar porque comencé a preguntarme sobre el dueño, del que seguramente se había escapado y en segundo lugar...
¡Porque me estaba hablando!
Así, tan sencillo como lo oyen ¿qué les parece?
Y por supuesto, pónganse en mi lugar.
Reaccione’ de la manera más lógica y posible ¡imaginen...!
Busque’ inmediatamente un lugar donde sentarme mientras que “El…” a unos pasos me veía hacer.
Luego moviendo alegremente la cola, decidió acercarse.
_ Eufracia, me va a disculpar... - ladro’ - ... estoy muy contento y quiero compartir con usted mi alegría.
“ ¡Pronunciaba perfectamente mi nombre!”.
Le mire anonadada mientras se acomodaba al frente con sus ojitos picaros y en el hocico, aquello que pretendía ser una sonrisa.
Se acerco’ un tanto:
_ Wally me dijo ...
Por arte de magia, desaparecieron las oscuras nubes e inmediatamente salí del asombro.
_ ¡Carambita! – exclame – haber ladrado ese principio.
_ Pues... tuve algunas dudas.
Como es natural, quería conocer la historia .Para saciar mi curiosidad, se extendió a mis pies cuan largo era lamiéndose una pata antes de continuar y yo, me incline’ para evitar que sus ladridos aunque bajos, molestaran a los vecinos.
A partir de ese momento la conversación resulto fluida y muy amena.
Se llamaba Tato y había sido adoptado el día anterior, nada más y nada menos que... ¡en mi propia cuadra!
_ Fuentes amigas me dijeron que todo comenzó la semana pasada cuando el papa’ de Lázaro Julián noto’ a su hijo muy triste y esa tarde, se sentó junto con él en el sofá, después que el niño llego’ de la escuela, guardo’ sus libros y se cambio’ el uniforme...
_Ven acá.... - le dijo cariñosamente atrayéndolo hasta su regazo - ¿me puedes decir que te pasa?
Lázaro Julián le devuelve una mirada silenciosa
_ ¿Me consideras tu amigo?- insistió su papa
_ Claro...
_ Entonces... ¿por qué no me cuentas?
_ Porque... en realidad...yo mismo no me lo puedo explicar.
_ Vamos a ver... - hace como el que piensa - Te sientes triste.
_ Sí
_ Algo como...si faltara parte de ti.
_ ¡ Ajá!...
_ ¡ Sé lo que tú tienes! - le hace juguetón un mimo
_ ¿Ya sabes?
_ Tu... estás... ¡Nostálgico!
_ ¿Nostálgico? - repite Julián asombrado
_ ¡Hunjú!... quiere decir que extrañas, que echas de menos a alguien o algo en particular.
Lázaro Julián le mira
_ Tienes razón papa’ - baja la cabeza
_ Entonces... - levanta con un dedo la barbilla infantil - ¿Me vas a decir? Quizás pueda ayudar... - concluye para darle ánimos.
_ A Cotoca, la cotorrita de Ángel la cuide’ por una semana...
_ Aja, pero su dueño ya regreso’ del viaje y había que devolverla...
_ Si pero... ¡la estoy extrañando de verdad!

El hombre pacientemente acaricia a su hijo. Luego de unos instantes, este le dice sonriente:
_ Puedo hacerte una proposición.
_ ¿Sí? ¿Cuál?
_ Aunque debemos contar también con la opinión de mama’.
El niño asiente con la cabeza mirando esperanzador a la figura paterna.
_ Vamos a... adoptar ¡un animalito!
Para cuando mama’ llego’, tanto Lázaro Julián como su papa estaban completamente de acuerdo.
La familia se reunió en la cocina.
Después de un rato papa’, concluyo su explicación:
_... y queremos una cotorra.
_ Una ¿qué’?
_Cotorra, “pan pa’ la cotorrita”, tu sabes, una de esas.
_ Oh….
_Papa’…
_ Si…
_ Bueno, lo he pensado mejor y creo que me decido por... un perrito.
_ ¿Estás seguro cariño?
_ Si mama’, pero yo quiero un perro lindo, que no sea majadero y me respete.
_ Para mí todos son lindos. El problema está en las responsabilidades que trae consigo tenerlo - dijo muy a propósito mama’.
_ De eso nos encargaremos nosotros ¿verdad papa’?
_ ¡Claro! - responde cómplice
_ Y no te preocupes mami, será muy respetuoso.
_ Depende de cómo lo eduques y también tu, lo respetes a él - aclaro’ mama’.
_ ¡Y no le vamos a cortar la cola!
_ Claro que no hijito, es como cortarle la alegría - apoyo’ entusiasmado la figura paterna.
_ Sería un defecto y yo, no quiero un perro con defectos.
_ Dime, Lázaro Julián - le miro muy seria su mama’ - Para ti ¿cómo son los perros con defectos?
Lázaro Julián queda pensativo. Luego responde decidido:
_ Los que estén cojos, bizcos o sean feos.
Mama’ deja escapar un suspiro.
_ Mota era sato, cojo, pelón y aun hoy, no lo cambio por ninguno.
_ ¿Quién era Mota?
_ El perrito que tenia tu mama’ de niña- contesto papa’
– Para sentir que verdaderamente forma parte de tu vida, debes aceptarlo tal y como es... -agrego mama’ - Porque llegara’ a ser algo muy tuyo.
_ Lo más importante es quererlo....
Admitió papa’. La mama de Lázaro Julián, hizo una pausa antes de concluir.
_ Pensar que no lo escogí hasta que tu abuelo me contó la historia de Tato, el perrito valiente.
_ ¿Qué historia es esa?- pregunto Lázaro Julián
_ Una historia que te enseña a no tenerles lastima, si no a amarlos con sus defectos y virtudes.
_ ¿Me la puedes contar mama’?
_ Prefiero que la cuente, personalmente tu abuelo.
_ ¿Vamos a la granja? – pregunto contentísimo el niño
_ Este fin de semana – concluyo’ papa’.
De sorpresa en sorpresa.
La primera sorpresa en la tarde del viernes fue volver a encontrarme con Tato.
Lázaro Julián lo llevo al salón para presentarles a los niños. Decirles que llovieron las preguntas es innecesario sin embargo, estas fueron las más comunes.
_ ¿Cuál va a ser su lugar, en la casa?
_ ¿Dónde va a comer? ¿Dónde va a dormir?
_ ¿Y su peine? ¿Y su toalla?
_ ¿Estás dispuesto a cuidarlo, a quererlo tal y como es y se lo merece?
¡Por supuesto que sí!
Porque de ahora en lo adelante, el iba a ser alguien muy especial.
Le haría pasar momentos inolvidables, sería un fiel amigo y un valiente guardián.
De eso a Lázaro Julián, no le quedaba la menor duda.
Faltaban algunos niños por llegar cuando entro’ Dorildo.
Acordamos preparar algo entre todos y regalarnos una última tarde de receso escolar, compartiendo momentos inolvidables.
Hector se encargó de pasarlo a la terraza para que junto a los actores, realizaran el último ensayo.
Lucy, disfrazada de princesa llora limpiándose con un pañuelito las lagrimas.
_ Y lo más bonito -Elianis transformada en Paloma señala hacia la mochila - ¡ha dejado su maleta!
_ ¡¿Eh?!
Lucy deja de llorar .Se dirige hacia la mochila y la abraza.
Luego continúa su actuación en un tono trágico.
_ ¡Oh mi vida, mi vida entera viaja en ella!
_ Bueno, si Dorildo se la hubiera llevado - dice Paloma-Elianis medio en broma - ¡Pero se le quedo’!
_ ¡Corten...!
_ No es Dorildo, Elianis...!!!Es príncipe!!!- imita con tono.
_ ¡ Ay, perdón!
_ Tienes que tener paciencia. Cuando se monta una obra, hay que ensayarla muchas veces.
_ Y más aún, cuando es un obra con tanta fantasía – agrega Dorildo
_ ¡Lo que hay es que aprenderse la letra!- casi grita Lucy
_ ¡Yo me la aprendí! - le encara Elianis
_ Y mientras tanto, cambiamos de actividad - propuso Hector
Estuvieron de acuerdo y se acercaron al salón donde Eufracia estaba enfrascada con el grupo restante, en el orden de las actividades.
Pero la tarea se vio interrumpida cuando tocaron a la puerta.
_ ¡Papi...!
El papa’ de Yasmín sonreía detrás del cake que sostenía entre las manos.
_ ¿Dónde lo pongo Eufracia?
La verdad que no entendía nadita de nada.
La algarabía infantil casi no me deja escuchar el segundo toque .
Volví sobre mis pasos pero antes de llegar me detuve porque Hector ya abría.
Entraron entonces Yami y Lida con los panecillos y los refrescos, luego fue Yiorlhis con el equipo de música y más tarde Belkis con la piñata.


¿Alguien cumplía años?
¿Por qué no me había enterado?
¡Ah! Porque las sorpresas se planifican a escondidas, deberías saberlo Eufracia...
¿Acaso no tenias preparada una, junto a Dorildo y Hector ?
El salón se transformaba en un abrir y cerrar de ojos.
Aparecieron los globos, las cadenetas ¡hasta un fotógrafo!
Pellízquennos... porque estábamos requete muy emocionados. Hubo palabras de agradecimientos, besos, abrazos, flores y hasta baile...
¿Quién iba a quedarse sin mover los pies al interpretar Dorildo con su bongo’ la canción sorpresa “Abuelo”?
El ritmo contagiaba. Los padres y los niños aplaudieron cuando Hector y yo nos unimos en un coro durante la presentación de la canción
(Y este es el momento en que debo escribir en mi Diario color azul del cielo y de las nubes la letra, para que no se olvide)
LETRA DE LA CANCION :
“ Abuelo ”
HABLADO:
_ Abuelo ¿ por que brillan las estrellas ?
_ Para que los niños las cuenten
Y no se olviden de ellas
_ ¿ Y por que eres grande y yo pequeñito ?
_ Porque de ser al revés, tu serias mi abuelito.
CANTADO : Abuelo quiero que tu ,
me tomes de la mano
y Salir a caminar los trillos
Te quiero abuelo a mi lado,
hoy que encontré
una rana pequeña,
abuelo no se qué hacer…
Dice mi papa,
abuelito que has domado,
un león igual al que vi
en el circo que me has llevado.
HABLADO : _ Pero fue cuando era joven
_ ¿ Pero lo hiciste o no ?
_ Si ... era domador
CANTADO : Abuelo quiero que tu ,
me hables de historia
porque mi profesora ,
me dio una C , ayer
de paso ven a ver,
el balón que me compraron
si gustas lo probamos,
el domingo en matinée
y quiero aprender,
como tú a carpintero
y crecer
para que no te inclines,
abuelito cuando me beses
Abuelito cuando te bese ...
¡ Abuelito!
¡ Uyuyuy los aplausos si que erizan y te dejan la piel como la de mama’ Gallina!.
Agradablemente, tuvimos que repetir de nuevo la canción sorpresa y el momento se convirtió en una reunión familiar ¡sin mencionar para nada las palabras : “Programa… para las actividades… ” !
¡Porque vale decir que en el resto de la tarde nadie volvió a acordarse!
Hasta el momento en que se iba a dar inicio a la hora del cuento, tenía un matiz completamente diferente.
A mi modo de ver las cosas, pienso que la presencia de los padres añadía el toque.
Y no es una abue-manía, ¡No señor! Es que...fíjense:
Algunos se acomodaron en el piso junto a sus hijos, otros prefirieron cargarlos aunque lo más bonito era, que la narración de hoy iba a ser dramatizada por los niños.
¡Era otra de las inesperadas sorpresas!
Bueno, en parte si, en parte no.
En parte “NO “, porque el secreto se divulgo’ cuando nos vimos en la necesidad de que nos colaboraran y el rumor comenzó a correrse ya que fueron las mamas las encargadas de arreglar y confeccionar los diferentes disfraces.

La parte del “SI” venia porque rumor en fin, no se sabía a ciencias ciertas de que se trataba todo aquello y solo los que estábamos directamente involucrados conocíamos a fondo dicho proyecto.
Pero al final, el esfuerzo colectivo resulto’ premiado con un rotundo éxito desde el mismo instante en que comencé mi narración:
_ Animales fantásticos nacieron de la imaginación del hombre, cuando las personas no conocían la mayor parte de los fenómenos que se daban en la naturaleza y trataban de justificarlos al no concebir una explicación lógica.
La princesa Lucy debe casarse con un dragón para evitar que la ira de este monstruo acabe con el reino.
El hada Wally se entera del inútil peligro al que va a exponerse la princesa y apoyada en su oruguita mágica que le dice todo, busca la solución correcta a dicho problema.
Resumí a modo de introducción y los personajes, para deleite de los presentes salieron a escena.
El escenario simula un jardín real florecido.
La paloma mensajera habla con la princesa, sentada en una banca de mármol gris.
_ ¿Por qué estas triste querida princesa?- pregunta Paloma- Elianis.
_ ¡Ah Paloma! No es tristeza, es nostalgia- responde princesa Lucy
_ Y a que se debe tanta nostalgia?
_ Es que debo abandonar el palacio y vivir en una cueva porque...mi padre el rey, me quiere casar y no es precisamente con el príncipe de mis sueños.
El cielo se ilumina con el paso de una reluciente estrella.
_ ¡ Mira una estrella fugaz!. !Rápido pide un deseo!. Seguramente se te cumplirá.
_ No entiendo eso de “estrella fugaz”, pero lo que seguramente viste Paloma, es un caballo alado, donde viene un mensajero celeste con un mensaje para mí.
_ ¿Ah sí? ¿Y qué te dice, el tal “mensajero celeste” ?
_ Que nací princesa - suspira resignada - Y la salvación de mi pueblo depende de un sacrificio que no puedo evitar. ¡He de cumplir con mi deber, oh Paloma!
_ Pues yo voy a pedir por ti. Claro, yo sé que es un fenómeno natural que tiene su explicación lógica y científica .Pero es algo tan bonito, que al verlo la gente prefiere ponerle un toque de magia al asunto. Por eso dicen que “cuando cae una estrella fugaz... - recalca intencionalmente - ... lo que pides y quieres se hace realidad”.
En el reino donde vivía la princesa en la época de lluvias se formaba una tormenta de rayos y truenos tan grande, que las personas del lugar atemorizadas, decían que eran un dragón gigante con alas que se precipitaba sobre la tierra en busca de sus víctimas...

_Y le explicaste a la princesa que el dragón no existe, que es un animal fantástico, nacido de la imaginación de los aldeanos.
_ Si Eufracia y la verdad es que no me creyó.
_ El problema es que piensan que la furia de este supuesto “dragón” solo se calma , si le ofrecen como esposa a una linda princesa- dijo Hector a su lado buscando una hoja de papel en blanco.
_ Y pensar que todo no es más, que el miedo que sienten por la tormenta Dijo la abuelita sacando del bolsillo de su chamarra de cuero la pluma dorada.
_Pues tenemos que hacer algo Eufracia.
Pidió Paloma - Elianis
_El miedo, es un poderoso enemigo.
_ Está previsto.
Afirmo seriamente Hector y le entrego la hoja donde Eufracia escribió con su pluma dorada el nombre: “Wally”
Allá, en el “País de los cuentos”, dentro de una casita de caramelo situada en el manantial de los refrescos los aros de fresas que adornaban como lunares la cola de Wally , comenzaron a encenderse y apagarse igual que luces de semáforo.
El hada pego’ un salto al mismo tiempo que decía:
_ ¡Por las antenas de mi oruga, alguien necesita mi ayuda !
La oruguita despertó’ y dejando su capullo se estiro ‘y estiro’ todo lo que pudo y las antenitas buscaron’ y buscaron’ hasta quedar muy rectas señalando hacia una dirección.
Entonces Wally volvió a decir:
_ “Ojitos mágicos que todo ven, ¿harán lo que yo les diga?
¿Pueden llegar de noche o de día?
Los ojitos mágicos de la oruguita proyectaron las imágenes de la princesa llorando por su fatal destino junto al dragón.
Proyectaron además, las preocupaciones de Eufracia y Hector en su afán por salvarle.
Cuando terminaron las imágenes, la oruga regreso’ hecha un nudito al capullo que prendía del cuello del hada.
Wally enterada de todo comenzó a pensar y a pensar la mejor manera de ayudar a los abuelitos en sus buenas intenciones.
De pronto en la patita superior derecha apareció centellante el brillo de los cristales de su brazalete de algas marinas.
¡Wally ya sabía lo que debía hacer! Así que coloco’ en su bolsa mágica siempre adornada con flores silvestres las provisiones que necesitaba y
¡ Zas a la una ! el primer salto
¡ Y Zas a las tres! Ya no me ves.
_ Como mismo me aconsejaste Eufracia .Le hice creer, que había pedido a la estrella fugaz que la ayudara a liberarse de su destino.
Contaba Paloma- Elianis.
Contaba Paloma- Elianis.
_ Estoy de acuerdo- y puso manos a la obra.
Mientras el abuelito pintaba, una lucecita verde que alumbraba sobre el papel delataba su presencia.
Cuando la figura principesca con un gran casco de protección estuvo lista, el hada le dio vida y coloco’ en su mano derecha el escudo plateado mientras que en la izquierda, se esbozaba galantemente el peso de una magnifica espada.
Acto seguido, Wally desapareció con su luz color esmeralda.
Entonces el día que la novia fue a casarse con el dragón, un príncipe errante de nombre Dorildo, llego’ al lugar para rescatar a la princesa y regalarle su amor.
Ágilmente, su espada blandía contra el gigante de tres colas y siete cabeza.Evadía con movimientos rápidos algunos golpes y varias llamaradas hasta que débil por el fuego, el escudo se partió en dos.
Acepto’ el reto y siguió luchando cuerpo a cuerpo con mucha audacia.
La princesa asustada miraba la desigual pelea, hasta que una estocada maestra directo al corazón, hizo que el bravo príncipe saliera vencedor ante la férrea resistencia que le hacia el enorme dragón.
El príncipe se arrodilla y galantemente le regala una flor.
Hector y Eufracia miran consternados la romántica escena.
Dorildo, digo, el príncipe se pone de pie y le hace una seña abuelitos para que se acerquen.
_ Bueno, ahora según el libreto ¿que sigue? – susurro’.
_ ¿Ahora? - contesta Hector en el mismo tono - Sales con ella en brazos , victorioso.
_ ¿No habíamos previsto una bicicleta?
_ ¿Tú la trajiste?
_ Mejor terminen la escena .Porque la princesa, se está desesperando.
Murmuro Eufracia muy cerca de ellos.
Afortunadamente, cuando el príncipe Dorildo le prometió a la princesa Lucy para siempre protegerla,
en el salón de “La casa infantil” irrumpieron felizmente los aplausos.
Y colorín, colorado el cuento había terminado pero...
¡Nuestras alegrías continuaron!
Porque se prepararon las condiciones para romper la piñata y entre risas y canciones mi “Cucú” dejo escuchar varias veces sus campanadas marcando con cada vez, la hora transcurrida.
Oscureció, apenas sin darnos cuenta.
Los niños se despidieron con un beso y sin acordarse de que estamos celebrando la última tarde de la “Semana de Receso Escolar” nos decían como siempre su inolvidable ¡Hasta mañana!
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